lunes, 30 de agosto de 2010

Arquitecta bachiller del Colegio Alemán, ganó la III Bienal de Arquitectura de Santa Cruz

Galardonada. Ana María recibe el premio de uno de los jurados de la Bienal




Arquitectura. Ana María Unterladstaetter ganó con Teatro de la ciudad

por Marcelo Suárez R.



Con el trabajo Teatro de la ciudad. Centro Integral de Cultura y Entretenimiento para la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Ana María Unterladstaetter Valdivia ganó la III Bienal de Arquitectura Construyendo ciudad, que concluyó el sábado en un acto realizado en el Centro Cultural Santa Cruz, donde se expusieron los proyectos en competencia.
¿Cómo se están construyendo nuestros núcleos urbanos? ¿Cuáles son los desafíos, fortalezas y virtudes de esta práctica diaria? fueron algunos de los planteamientos de esta bienal, según indicó el coordinador general Ernesto Urzagasti Saldías, que enfatizó en que el concurso se enfocó en la producción de los arquitectos bajo una óptica más pragmática.
El proyecto ganador fue la tesis de Arquitectura de Unterladstaetter, que fue defendida este año en la UPSA. Se trata de un edificio de vidrio de cuatro niveles en el que se desarrollan diversas actividades recreativas y culturales, teniendo como espacio central una gran sala de teatro. “Es como un ‘Cine Center’ de cultura, porque además de contar con galerías para exposiciones y auditorios, también tiene patio de comidas y tiendas”, explicó Ana María.
La ganadora afirmó que siempre pensó en un espacio de este tipo, porque en Santa Cruz la gente no está acostumbrada a asistir a actividades netamente culturales, por ello surgió la idea de incluir alternativas de entretenimiento.
Una de las particularidades que Unterladstaetter resalta de su trabajo es la iluminación que ingresa por todos los sectores del edificio, lo que permite no depender tanto de la luz eléctrica. Asimismo, destaca el cuidado que prestó a la vegetación al incluir amplias jardineras que permiten a la gente apropiarse del lugar, pues, a pesar de su diseño moderno, conserva elementos esenciales de Santa Cruz, como una galería de palmeras.
Ana María Unterladstaetter tiene 24 años. Salió bachiller del colegio Alemán y se gradúo como arquitecta en 2010 en la UPSA.

Publicado hoy en el diario El Deber de Santa Cruz de la Sierra

30 consejos para educar bien

El nuevo profesor

1 PRIVILEGIAR EL LIDERAZGO POR SOBRE LA TÉCNICA.

Los profesores tienen que convencerse de que son ellos y nadie más los responsables de que los niños aprendan. "Creer que una determinada técnica o didáctica es la solución, es una fantasía" , dice Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile. A la técnica, aseguran los expertos, hay que mirarla como lo que es: una mera ayuda. "Los computadores pueden ayudar, pero nada sustituye ese momento mágico en que el profesor interactúa con sus alumnos", dice el ministro de Educación, Joaquín Lavín. Para ser líderes, los profesores deben cambiar el switch mental, comenzar a sentirse importantes y dejar de sentirse funcionarios. Y una visión optimista de la educación es fundamental para formar estudiantes con mística. Se concuerda en que ni las redes sociales ni un computador o una calculadora de última generación reemplazarán jamás a la palabra bien dicha de un maestro. Las generaciones jóvenes están ávidas de una guía. Los niveles de deserción se agravan porque hoy el alumno tiene los mecanismos para buscar la información por su propia cuenta en la red, y no necesita a un profesor como mero transmisor. El liderazgo marcará la diferencia.

2 ABRIR LA CLASE A LOS PARES.

Romper la idea de que el profesor es dueño de la clase y de que un sistema de enseñanza autoritario es el único eficaz, marcaría una gran innovación en el sistema educativo nacional, dice Patricio Pfelmer, experto de la Universidad de Chile. "Hoy existe la creencia de que el profesor es el dueño de su clase y allí nadie puede meterse. Abrir la clase a los pares, ¡esa sí que sería innovación!". Se concuerda en la idea de que si los maestros permitieran la entrada de otros para observar su trabajo, permitiendo la crítica mutua e incluso la grabación, se incentivaría el progreso y la búsqueda de cánones de perfeccionamiento en la docencia. Una definición conjunta de lo que se precisa innovar dentro del aula, sería una de las consecuencias de esta apertura.

3 EVALUACIONES POR ESCRITO.

Según el presidente de la Asociación Metropolitana de Padres, Madres y Apoderados, Eduardo Catalán, un cambio profundo en los sistemas de evaluación está considerado como una de las medidas más urgentes a tomar en la educación actual. "Aunque los profesores no deciden este tema, sí lo implementan. Es imperiosa la necesidad de comenzar a tomar las evaluaciones por escrito: es imposible que aumente la calidad de la educación si más de la mitad de los estudiantes en Chile no sabe leer". Catalán y otros expertos tienen la experiencia de conocer a alumnos que creen haber leído y, sin embargo, su lectura no arroja ningún tipo de comprensión. Es decir, no leyeron en la realidad. Saber leer no es sólo unir palabras o fonemas, sino comprender acabadamente lo que se lee. La existencia de pruebas con alternativas, común hoy en los colegios, en vez de mejorar los rendimientos, contribuiría a que los estudiantes no tengan la costumbre ni hagan el esfuerzo de leer.

4 MODERNIZAR LOS CURRÍCULOS DE ENSEÑANZA.

Los expertos concuerdan en que en Chile urge una reforma curricular. Una que consolide áreas sensibles de la enseñanza como matemáticas, lenguaje y ciencias, e integre, con importancia, otras áreas del saber: música, artes visuales, patrimonio, educación física. Estas áreas son tomadas hoy como disciplinas apenas complementarias. El acortamiento y la modernización de las grillas curriculares parecen ser prioridad. Un currículum escolar globalizado y más corto que respete la realidad social de cada establecimiento, y adaptado a cada región de Chile, surge como una necesidad apremiante.

5 PROFESORES DESTACADOS EN EDUCACIÓN BÁSICA

Destinar a los mejores maestros a enseñar en los primeros años de escolaridad sería una de las grandes herramientas para comenzar a mejorar la educación en Chile. Partiendo de la base que el profesor ya 3no será un mero transmisor de información, sino un orientador con liderazgo que ejercerá una poderosa guía en el aula, poner a los mejores en el punto de partida del proceso educativo -la prebásica y primeros años de básica- asegura un desarrollo integral hacia el futuro. En esta misión, la tecnología servirá exclusivamente de apoyo, pero lo esencial será la palabra, el aprendizaje lecto-escritor y las primeras nociones matemáticas y espaciales. La educación mejorará cuando el profesor se sienta absolutamente responsable de lo que logra movilizar en cada alumno y no encuentre mejor lugar para debutar en la tarea que en la infancia. De lo que el escolar absorba en esta etapa y de su formación inicial, dependerá su rendimiento futuro.

6 ENCANTAR AL ALUMNO.

El verbo encantar adquiere, para Francisco Claro, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, cualidades casi mágicas si se aplica a la docencia.

"Un buen profesor sabe lo que enseña y sabe transmitirlo. Si a eso se agrega la capacidad de encantar al alumno con el aprendizaje, entonces tendremos a un docente efectivo que cumple las metas que todos esperamos". Recuerda las palabras de Gabriela Mistral cuando afirmó que si ella fuese la Directora de una Escuela Normalista no le daría el título a alguien que no tuviese "... algo de encantamiento". Seducir es la clave de la enseñanza y la mejor manera de lograr resultados dentro de la sala.

7 PENSAMIENTO ORIGINAL.

Si cada profesor pensara la educación desde sí mismo, si se atreviera a reflexionar desde sus propios valores, la educación comenzaría a adquirir un plus, el que tiene una educación con coraje intelectual. "Los únicos que han tenido esa valentía interior han sido nuestros poetas, quienes han creado un pensar original sobre las cosas y el mundo, como lo hizo Gabriela Mistral", dice Cristián Warnken, decano de Educación de la UDD. Esa idea rescataría la intuición y la aplicaría al pensamiento. Un maestro debiera también convertirse en un narrador: así, el profesor de matemáticas contaría las matemáticas, y el de geografía, la narraría como un cuento, despertando la motivación de sus alumnos. Sería el fin del profesor que sólo entrega información, rol que parece cumplir hoy. De paso, innovaría, porque "la mejor innovación es hacer bien las cosas", dice Tito Larrondo, director del Centro de Innovación, Investigación y Evaluación en Educación de la Universidad de Playa Ancha. Rescatar la oralidad para formar una generación de profesores-narradores fomentará el aumento de vocabulario, la resolución de problemas, el sentido crítico y un discurso propio entre los escolares.

8 DESACRALIZAR LA TECNOLOGÍA.

Los estudiantes de hoy se conectan al conocimiento por vías que han cambiado radicalmente en los últimos diez años. Son niños absolutamente tecnologizados. De acuerdo a las proyecciones, esta cercanía a elementos tecnológicos irá en aumento. Sin embargo, ella no es la respuesta a todas las plegarias, lejos de eso, dicen los expertos. Los profesores más exitosos serán quienes logren despertar la curiosidad de sus alumnos y les enseñen las herramientas para ordenar y clasificar el alud de información, dice Luz María Budge, Decana de Educación y Ciencias de la Familia de la Universidad Finis Terrae. No son las nuevas aplicaciones lo que va a generar sorpresas en el futuro de nuestros niños, sino la capacidad aprendida para procesar la información obtenida. Y eso depende del profesor. En educación, hay que bajar a la tecnología del pedestal donde se encuentra.

9 APRENDER A ENSEÑAR.

La gran técnica indispensable a desarrollar con los profesores es enseñarles a enseñar, asegura Verónica Abud, jefa de la División de Educación General del Ministerio de Educación. "Que los profesores conozcan el desarrollo intelectual de los niños para poder entregarles un contenido significativo de acuerdo a su propia realidad". Y, desde ella, enseñarles a resolver problemas con un análisis adaptado a su capacidad intelectual. Sería la vía para alcanzar mejores y más rápidas metas en diversas disciplinas. Con esta perspectiva, los alumnos se involucrarían más y la motivación crecería. Según los expertos, el acercamiento de la enseñanza al nivel cognitivo de cada uno en la sala de clases, marcaría una tremenda diferencia.

10 ACHICAR LOS CURSOS A MÁXIMO 30 ALUMNOS.

En la mayoría de los casos, los cursos en la educación municipalizada chilena llegan o superan los 45 alumnos. Frente a esta realidad, se esfuma la posibilidad de la más mínima enseñanza personalizada, visión que ha marcado el éxito en aquellos países que han logrado el mejoramiento educativo. Una personalización en la enseñanza es imprescindible para que el estudiante se motive. Por ejemplo, hay establecimientos afectados por problemas serios de drogas que precisan de un discurso diferente de parte de sus profesores, pero en la práctica esto no se da: el énfasis está puesto en el control de la disciplina y en pasar la materia, tareas que se convierten en titánicas por el gran número de estudiantes. El acento está hoy puesto en el control y eso debe cambiar.

El estudiante empoderado

1 TRES PALABRAS CLAVE

Autoexigencia, autonomía, autocrítica. Después de acuñar cuidadosamente la necesidad de vivir una vida con sentido, como segunda meta un estudiante debería aferrarse a estas tres palabras. Ser autoexigente en su desempeño, autónomo en sus juicios y autocrítico respecto al resultado de su aprendizaje, llevaría a los alumnos chilenos muy lejos. Las reglas escolares, los esquemas y los horarios no fueron creados para molestar, sino porque una cierta estructura en la educación es fundamental para lograr la armonía y el desarrollo. Mientras antes lo entiendan los alumnos, más veloz será la carrera hacia la meta de aprender. La autonomía y la autoexigencia escolar alcanzan hasta la casa: son los mismos estudiantes quienes deben fijarse un horario de estudio. Después, cumplirlo.

2 PERSEVERANCIA Y PARTICIPACION

Es muy necesario que el alumno se involucre en su aprendizaje, dice Verónica Abud. "Hoy éste es sólo un receptor de lo que se le enseña. Si a cada alumno se le pide investigar, enseñar, observar, sacar conclusiones, equivocarse y volver a empezar, experimentar, participará activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje". Abandonar la comodidad de sentirse un mero oyente en clases y convertirse en un protagonista del proceso educativo es uno de los grandes desafíos. Uno que exigirá grandes dosis de perserverancia: cambiar una mentalidad entronizada en años no es fácil. Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile, es de los que cree en los estudiantes chilenos: "Un alumno puede lograr lo que se proponga si está dispuesto a esforzarse y confía en su capacidad y perseverancia".

3 NO AL ABUSO DE FOTOCOPIAS Y COPY-PASTE

El trabajo sin elaboración personal se ha convertido en uno de los símbolos de nuestro tiempo. Los estudiantes prefieren a veces el copy-paste desde internet a buscar las respuestas y procesarlas. Cambiar esta realidad es urgente. El decano de Educación de la UDD, Cristián Warnken, precisa que a los niños hay que exigirles más en este terreno: "Estamos invalidando a nuestros hijos, por ejemplo, cuando les hacemos las tareas, debilitando el músculo atrofiado de la voluntad, fundamental para la vida. Claro que esto que digo es distinto cuando hablamos de colegios altamente vulnerables socialmente". Y volver a usar esquemas, mapas conceptuales, organizadores y resúmenes devolverá una visión humanista al trabajo escolar.

4 SENTIDO DE URGENCIA

Alumnos, tanto como profesores, deben inaugurar un sentido de urgencia para realizar los cambios en educación. Y así como es urgente cambiar el marco con que la profesión docente interpreta su función esencial, es muy importante, dice Tomás Recart, de Enseña Chile, que los alumnos se convenzan de que son dueños de su propio destino: que tracen el mapa del lugar donde están y del sitio que quieren alcanzar. Para acercarse a la meta, dejar de ver todos los plazos como de largo alcance y empezar a sentir la verdadera urgencia que el país requiere.

5 DEFINICIÓN DE METAS

Los expertos concuerdan en que nunca ha habido magia: en materia de educación, cada alumno debe esforzarse por buscar su camino. En esto, es esencial tener un proyecto de vida con sentido, que otorgue una proyección a sus experiencias en la educación. Que el alumno se haga responsable de conducir su formación al alero de un profesor que actúe como guía, sería la puerta de entrada a notables cambios y a un sostenido progreso. Los estudiantes tendrían, para esto, que cambiar su mentalidad: pasar de sentirse objetos a sujetos de su aprendizaje. Y empezar a creer de veras que no hay crecimiento real sin esfuerzo, sin un trabajo constante.

6 COMUNICACIÓN CON SUS PARES

Algunos de los grandes conflictos dentro del aula vienen de la incomunicación. Los estudiantes no confían en sus profesores y éstos no les conversan, no hay confianza tampoco entre los propios alumnos. Los expertos creen que una modificación de las relaciones dentro del colegio redundará necesariamente en un mejoramiento académico. Según Tito Larrondo, de la U. de Chile, el buen clima en un curso parte por la actitud con que el maestro acoge a sus alumnos. "No hay que hacer juicios acerca de sus carencias". Reforzar una convivencia sana, en que el estudiante aprenda a ser propositivo y, en ciertos casos, cultivar dones de liderazgo, son señalados como grandes caminos hacia el progreso. Un colegio unido es más eficiente y con alumnos más felices. Sería también una ruta para terminar con el bullying y la violencia escolar. "Alumnos respetuosos, que contribuyan a que el clima en la sala de clases sea el adecuado para el aprendizaje", dice el ministro Joaquín Lavín.

7 TENER UN HOBBY

Para estimular aptitudes personales, descansar la mente, elaborar un camino hacia la realización personal y hacer un uso racional del tiempo libre, no hay mejor decisión para un escolar que tener un hobby. Es difícil que un coleccionista de autos en miniatura o un fanático de la guitarra caiga en las drogas. Una pasión verdadera empuja a un estudiante a canalizar su energía para poder realizarla, dice Tito Larrondo. "Practicar un hobby con valor educativo que estimule su interés por alguna área de desarrollo importante producirá, probablemente líderes en distintos ámbitos del quehacer escolar. Una convivencia sana produce respeto y participación y estimula el trabajo en equipo". Si a esto se le agrega que la disciplina para cumplir un hobby -también un deporte- conlleva un elemento formador de la personalidad, es probable que ella revierta su potencia en los resultados escolares.

8 LEER, LEER, LEER

Leer correctamente, dicen los expertos, es una de las grandes bases del aprendizaje. Esto no es comprendido hoy a carta cabal en las escuelas, como tampoco se recuerda que la lectura es el paso imprescindible para escribir correctamente. No sólo hay que reforzar las horas de lectura, también la comprensión de los textos. Para Patricio Pfelmer, profesor e investigador de la U. de Chile, la tarea de leer más pasa por "realizar un uso intensivo del libro de texto del curso. Para ello 'estudiar' el libro con sus pares y aprender a sacarle el jugo. Innovar aquí puede ser que el profesor comprenda que usar un libro de manera más intensiva no va en contra de su profesionalismo y, al mismo tiempo, evitar usar textos voluminosos que los alumnos usan sólo de vez en cuando".

9 TRABAJO EN EQUIPO

En el ámbito de la educación, que se integren estudiantes y profesores en un solo grupo de trabajo con la meta común del aprendizaje eficiente parece ser una de las soluciones que países exitosos en educación han encontrado. Si se potencia el trabajo en equipo, las metas se alcanzarán antes, se sistematizarán las reglas y su cumplimiento y los horarios se harán leves, aunque las exigencias sean altas. En este marco, el estudiante pasará de sólo estudiar para cumplir con el currículum a participar en forma proactiva en su propia formación. Es esta la gran finalidad del trabajo en equipo, un desafío difícil de cumplir, pero inevitable si queremos cambiar las estadísticas actuales.

10 UBICARSE EN EL MUNDO

No hay experto que no subraye la necesidad de que los estudiantes se inserten en la realidad que les tocó vivir. Eduardo Catalán, presidente de la Asociación de Padres, Madres y Apoderados, estima que es fundamental, a nivel de colegios, "volver a desarrollar la educación cívica, para fomentar los valores y reforzar el trabajo de la familia en este terreno". Interesarse por participar en actividades que lo vinculen con la comunidad y fomenten su sentido de ciudadanía se constituye en un imperativo. Un estudiante no puede ni debe desligarse de su barrio, de su entorno y de sus pares en una actitud ojalá solidaria y participativa: la globalización. Un niño cooperador con su comunidad es un estudiante que crecerá sintiéndose parte del mundo en que vive. Es el fin de los ermitaños.

Padres menos clientes y más socios

1 LUGAR PARA ESTUDIAR

Estudiar con eficiencia exige un horario, un método, un rito. El hábito correcto de estudio comienza en la prebásica porque, pasando cierta edad, ya es tarde. Por eso, anotan los especialistas, corresponde a los apoderados instaurar ciertas reglas y hacerlas cumplir, sobre todo, en los primeros años de colegio. Dentro de ellas, asignar un lugar específico en la casa para que sus hijos hagan sus tareas y repasen sus pruebas. La salita de estar, un dormitorio alejado y hasta un pasillo silencioso, donde se instalará una mesita y una silla, cumplen el propósito. Que la casa es chica y está llena de gente, no es excusa: siempre hay un rincón silencioso, y es deber del apoderado encontrarlo.

2 COMPROMETERSE Y CREER EN SUS HIJOS

En educación, creer en un niño debe reflejarse en acciones concretas para lograr progreso. Por ejemplo, un apoderado no debe etiquetar jamás a un alumno de tonto o flojo sólo atendiendo a un mal resultado. Para Cristián Cox, jefe de posgrado de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, es fundamental "creer en el potencial extraordinario de sus hijos y acompañarlos para que ese potencial se despliegue plenamente". Francisco Claro, decano de Educación de la UC, agrega que los padres deben dar un ejemplo en su concordancia y comprensión de la escuela elegida para sus hijos. "No pueden ignorar la alianza entre ellos y el establecimiento educacional y deben ser solidarios con éste en la difícil tarea de enseñar". También deben cuidarse de dar el ejemplo en los valores que la escuela promueve. Por algo la eligieron.

3 NO HABLAR MAL DEL COLEGIO

Ni menos de sus profesores. El doble discurso que muchas veces los apoderados utilizan y promueven -sonreírle a la profesora, pero pelarla con amigos o sus propios hijos- es el peor negocio. Primero, es un pésimo ejemplo de actitud valórica frente a los niños. Segundo, no ayuda al niño a llegar lejos en sus intereses, produce confusión y no está cooperando a que su alumno progrese. Además, revela deslealtad y discordancia con los valores del colegio que uno mismo seleccionó. Es lo contrario de una actitud coherente. Los padres deben conocer a fondo el proyecto educativo del colegio y su plan de desarrollo anual. Y deben exigir cánones de mejoramiento progresivo y claridad de metas. Pero esto no implica una actitud destructiva.

4 EXPANDIR EL HORIZONTE CULTURAL

Pareciera que llevar a un hijo a la ópera o a un ciclo de cine-arte son cosas sin gran relación con el desempeño escolar. Error, dicen los especialistas. Pocas cosas más marcadoras en la infancia y en la adolescencia que abrir el mundo de un joven mediante actividades culturales. La música, las artes visuales, el teatro, la literatura, el cine, conducidos con inteligencia -no llevar a un niño de cuatro años a un concierto clásico que dura largas horas- inciden notoriamente en la formación de una persona y en su futuro. Estimula la avidez por aprender y aprehender conocimientos, refuerza la curiosidad intelectual y sienta bases espirituales, cualidades que, a la larga, repercutirán positivamente en el colegio. En un teatro y en un concierto, un niño aprende reglas de silencio, de comportamiento, respeto y paciencia. Y empieza a comprender el valor de disfrutar con cosas intangibles. La exposición a eventos culturales trae aparejada, de paso, una limitación de las horas de carrete, televisión e internet, un plus.

5 TOMAR RESPONSABILIDADES

"Los apoderados tendremos que dejar de pensar que debemos externalizar nuestra responsabilidad con nuestro hijos", dice Cristián Warnken. Hoy, el desafío de lograr que un niño aprenda y aprenda bien recae en el profesor, el psicólogo, el neurólogo, el psicopedagogo y hasta en el terapeuta ocupacional, si necesario. Alguien, pensamos los padres, tiene que hacerse cargo de nuestros niños. Esta mentalidad no los está ayudando. Ya es hora de asumir que no hay mejor nicho educativo ni ejemplo más potente que el de los padres y la casa. "Hemos ido perdiendo progresivamente nuestra esfera de acción dejando nuestra vida en mano de expertos y mediadores. Un porcentaje muy alto de niños está "ritalinizado" , éste se reduciría si recuperáramos la autoridad", dice Warnken. En esta nueva participación los apoderados deberían desarrollar conductas cooperadoras con los colegios y dejar de asistir a reuniones y charlas sólo por obligación.

6 HACER UN CONTRATO CON SU HIJO

Un apoderado puede -y debería- inaugurar un sistema de contratos con su hijo a nivel escolar. No estamos hablando de recompensas materiales, pero sí de ciertos estímulos que ayudarán al compromiso. Ofrecer, por ejemplo, tardes de esparcimiento, entradas para el cine o teatro, una ida a un concierto o una pequeña celebración con sus amigos, a cambio de elevar su rendimiento con el colegio. No confundir con uno de los peores hábitos de ciertos apoderados: hacer las tareas de sus niños para evitarse la pérdida de tiempo y la lata de enseñarles con paciencia. Hacer las tareas de un hijo no lo ayuda, sólo le evita pensar, esforzarse y aprender. Justamente, las metas que toda educación de calidad persigue. Si quiere que un estudiante progrese, ayúdelo, pero no lo incite a la comodidad por una comprensión malentendida.

7 LLEVAR UN REGISTRO DE NOTAS

Estar muy atento al desempeño escolar de su pupilo implica cierto esfuerzo. No basta con preguntarle ni tampoco con una reunión trimestral en el colegio. Los apoderados que se dan el trabajo de elaborar un pequeño registro de notas de sus hijos están siempre informados, conocen en todo momento su estado emocional y tienen la película escolar al día. Perder quince minutos a la semana para revisar pruebas, controles y trabajos, y anotar en un cuaderno las notas obtenidas, rinde frutos. Nadie como este apoderado sabrá los puntos exactos que calza su estudiante en el colegio y podrá estar atento en caso de injusticia o error en las calificaciones. Además, esta actitud empatiza con los esfuerzos del alumno y éste se siente acompañado en su ruta hacia el mejoramiento.

8 USAR EL DIARIO VIVIR

Para educar a un niño no hace falta un posgrado. Verónica Abud, experta del Ministerio de Educación, dice que la cotidianidad bien usada puede transformarse en una rica fuente de educación. Está a la mano y es gratis: "El aprendizaje se puede reforzar en todo momento del diario vivir". Si se va de vacaciones con el auto lleno de niños, póngalos a calcular cuántos kilómetros faltan para llegar. Si está cocinando, que su hijo calcule los pesos de los ingredientes. Leer avisos publicitarios y comentarlos; las propagandas en cine y televisión pueden ser desmenuzadas críticamente, revisar diarios y revistas puede dar origen a interesantes conversaciones. Un estudiante es una esponja ávida de aprender, aunque muchas veces no lo sepa. Sus sentidos y su interés están frescos: del padre y del profesor es la tarea de darle el material para enriquecer sus ganas de aprender.

9 INCENTIVAR A LECTURA Y ESCRITURA

Los expertos no se cansan de repetir que la lectura y la escritura son la puerta de entrada al aprendizaje. Suena una obviedad, pero no lo es en tiempos de redes sociales: nada reemplaza a la palabra impresa. Un joven de enseñanza media que no ha cultivado el hábito de leer libros, revistas ni diarios, es probable que presente gran dificultad en la comprensión de sus textos universitarios. Y de no enmendar rumbos, corre el riesgo de replicar esta insuficiencia en el futuro. Por eso, dice José Joaquín Brunner, profesor e investigador de la U. Diego Portales, "incitar a los estudiantes a la lectura de libros, diarios y revistas en la casa es fundamental tarea de los apoderados". De leer adecuada y regularmente se desprende una buena escritura. Escribir ordena la mente.

10 SENTIRSE SOCIOS Y NO CLIENTES

Los apoderados deben dejar de sentirse clientes de los colegios y pasar a ser sus más fervientes socios. "Al momento de escoger un colegio los padres deberían considerar que serán socios al menos durante doce años, y eso implica conocerse bien, depositar confianzas y apoyarse mutuamente. Está bien que los apoderados exijan sobre aquello que está comprometido en el Proyecto Educativo. Los padres deben educar a sus hijos y eso pasará, a veces, por apoyar al colegio y otras por criticarlo, pero en el entendido de que el bien superior es el desarrollo de sus hijos", asegura Luz María Budge, a la cabeza de Educación en la Finis Terrae. Al escoger un colegio un padre se hace socio del establecimiento durante largos años, por eso hay que elegir con cuidado. Pero con la decisión tomada, hay que invertir. Eso implica exigir, pero también dar: tiempo, comprensión, participación, opinión. La educación del futuro deberá desterrar a los "apoderados pesadilla", esos que sólo visitan el colegio para criticar, alegar y defender a su pupilo, aunque éste no tenga la razón. Un padre-cliente es el que se siente con derecho a todo sólo porque pagó. Un padre-socio es aquel que invierte tiempo y paciencia en la tarea de educar junto a la escuela.

Los mejores especialistas de Chile y sus tips para que nuestros escolares progresen en el colegio. Para padres, profesores y estudiantes.

Panel de los mejores especialistas y expertos en educación en Chile que contribuyó a este dossier:

1) Joaquín Lavín, Ministro de Educación.

2) Cristián Warnken, Decano de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad del Desarrollo.

3) Tomás Recart, Director Ejecutivo de Enseña Chile.

4) Tito Larrondo, profesor titular y director del Centro de Innovación, Investigación y Evaluación en Educación de la Universidad de Playa Ancha.

5) Eduardo Catalán, presidente de la Asociación Metropolitana de Padres, Madres y Apoderados.

6) Verónica Abud, jefa de la División de Educación General del Ministerio de Educación.

7) José Joaquín Brunner, investigador y director del Centro de Políticas Comparadas de Educación y de la Cátedra Unesco de Educación Superior en la Universidad Diego Portales.

8) Luz María Budge, Decana de Educación y Ciencias de la Familia de la Universidad Finis Terrae.

9) Patricio Pfelmer, matemático, profesor titular de la Universidad de Chile y Coordinador de la investigación "Estándares para la Formación de Profesores en Matemática en Niveles Básico y Medio", del Ministerio de Educación.

10) Francisco Claro, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Católica.

11) Cristián Cox, director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la Universidad Católica


Lectura recomendada por la Lic. Jeanette Paredes, psicóloga del Departamento de Orientación del Colegio Alemán de Santa Cruz

Pronunciamiento de la "Sociedad de Padres Malos" (que amamos a nuestros hijos)

Bueno, pero... ¿Qué nos pasa? Qué es lo que nos hace suponer, que alguien más tiene la responsabilidad de cuidar de nuestros hijos, si nosotros, que se supone que somos los que más los amamos, no queremos tomar esa responsabilidad?

Es ridículo ver esas mesas redondas, en las cuales funcionarios públicos, dueños de bares y discotecas, miembros de comités ciudadanos y medios de comunicación se culpan unos a otros por algo que no es más que falta de
responsabilidad de nosotros los padres.

Que si en los bares le venden alcohol a menores; que si los agentes de tránsito reciben sobornos, que si no cierran estos lugares a la hora señalada que los jovenes salen de estos lugares "totalmente borrachos"...
¿Pero en dónde están los padres de éste menor que tomó más de la cuenta?

¿Quién lo recibe en su casa a esas horas y en ese estado?

¿Quién le dio el dinero para entrar en el bar, para el alcohol y para el soborno?

¿Dónde están los padres que le dieron el carro a un menor que no es capaz de hacerse responsable y maneja
aunque esté tomado?

¡Por favor! En qué piensan los padres de esos jóvenes que salen de su casa a las 11 de la noche, habiendo empezado a tomar desde la tarde, durante el partido de Blooming, Bolívar u Oriente, etc.?


¿Y qué están pensando los padres de la jovencita de 16 ó 17 años, que va a conseguir que la mamá de fulanita la lleve de regreso a su casa, sin querer enterarse de que esa mamá ni siquiera está en la ciudad?

Por qué queremos pasarles la responsabilidad de decidir en manos de quién ponen su vida si todavía no son capaces de decidir de que color pintarse el pelo, hoy con rayitos, mañana mejor negro.

Por qué les damos permiso a nuestras hijas de irse a dormir después de la disco a casa de una amiga y les
cargamos a sus novios de 19 ó 20 años, la responsabilidad de llevarlas, quién sabe a qué hora y no sabemos ni cómo, pues puede ser que tome de más.

¿Porqué queremos creer que son maduros y responsables si nosotros mismos no lo estamos siendo? Nos volvemos ciegos a los peligros por comodidad, nos hacemos los padres "buena onda", … "es que yo sí le tengo confianza a mi hija"….

Lo que tenemos es miedo y flojera, no queremos actuar como padres.

Nuestros hijos no necesitan que seamos sus amigos... Ellos ya tienen un montón de amigos, de su edad.

Nuestros hijos necesitan padres valientes y responsables, que
fundamenten principios basicos, que pongan reglas y luego estén ahí para ver que se cumplan.

¿Cómo va a depender la seguridad de mi hijo del barman de un antro?

¿O del agente de tránsito, o si dueño de la disco no cumple la ley y cierra a las 6:00 a.m. en lugar de a las 3:00 a.m.?

Yo creo que sí debería de haber un horario, "pero el que los padres pongan en su casa" independientemente de la hora que cierren los antros.

¿De qué tenemos miedo, papás?

¿Por qué no podemos poner reglas?

¿Porqué no podemos exigir que se cumplan?

¿Porque abandonamos a nuestros hijos en busca de nuestras propias comodidades?

Si los jóvenes no necesitaran guía, si no necesitaran límites, ni autoridad a quién respetar...
no existiríamos los padres!

Se nos encomendó una misión muy especial, la más grande: colaborar con Dios en la Creación y es a nosotros a quien se nos pedirá cuentas por nuestros hijos; no al dueño del bar, ni al amigo de nuestro hijo que iba conduciendo borracho cuando chocaron, ni al novio que se esta luciendo de lo rápido que maneja y lo bien que "controla" el auto aún estando borracho, ni al policía, ni al maestro...¡a nadie más!

Nunca, nadie podrá hacer que nuestros hijos regresen a casa a tiempo y a salvo, si nosotros no podemos hacerlo.

No existe ley, ni horario, ni funcionario capaz de
hacer por nuestros hijos, lo que nosotros no queremos hacer.

ACTUAR COMO PADRES es muy difícil, y claro, oír de ellos "es que todos te tienen miedo, papá", pues no importa!

No estamos en campaña de elecciones para ser el papá más popular del año, pues ya cada quién tiene el padre que le tocó y sería estúpido poner en peligro la seguridad de
nuestros hijos por quedar bien y caerles bien a sus amigos y aún más estúpido utilizar a nuestros hijos como instrumentos de venganza hacia nuestras fallidas relaciones en esta época de tantos padres divorciados.

Es horrible oír de muertes de muchachos así, que han tenido la desgracia de toparse con esos otros jóvenes, hijos de padres "buena onda". Incluso oír de muertes de niños por accidentes o asesinatos que no han estado al cuidado de su papá y/o mamá. Es increíble ver a los niños(as) jugando SOLOS en la calle sin ningún cuidado y es increíble ver a nuestros jóvenes metidos en los antros durante todo el fin de semana tomando y en muchas ocasiones drogándose ya sea por voluntad propia y/o propiciados por tanta gente sin moral y sin escrúpulos.

No estaría mal ganarnos el respeto de nuestros hijos, tomando las riendas de su vida, haciéndonos responsables de su hora de llegada, de lo que toman, de sus calificaciones, haciéndoles saber lo que esperamos de ellos y creando los medios para ayudarles en su lucha para conseguirlo.


Pongamos los pies en la tierra, seamos concientes...

Los jóvenes y niños, lo único que necesitan, es que ACTUEMOS COMO PADRES !!!

"SOCIEDAD DE PADRES MALOS"
QUE AMAMOS A NUESTROS HIJOS

(Autor desconocido)

Lectura recomendada por la Lic. Jeanette Paredes, psicóloga del Departamento de Orientación Escolar del Colegio Alemán Santa Cruz

En nombre de los hijos

Señor Sinay: Con Brenda, mi mujer, vamos a ser padres de nuestro primer hijo. Somos dos personas que nos preguntamos mucho, nos cuestionamos bastante. Me llama la atención lo que usted escribe: "¿Qué clase de ser humano quiero que sea mi hijo?" Y: "¿Qué es lo que puedo hacer para que lo logre?" Me parece una sana intención y al mismo tiempo me cuestiono sobre el rol de padres. ¿Hasta qué punto pueden/ deben influir en sus hijos? ¿Puedo moldear a mi hijo para que sea lo que yo quiero? ¿Dónde queda su libertad? ¿Debo querer algo específico para mi hijo? ¿Cómo hacer para que en ese proceso pueda él ser quien es o va a ser y no quien yo quiero que sea? Martin Cordoba

A las muy atinadas preguntas que preocupan a nuestro amigo Martín y a su esposa Brenda se le podrían agregar éstas: ¿educar consiste en traspasar conocimientos, información, consignas y creencias a las mentes de nuestros hijos? ¿Nuestros hijos están "bien educados" cuando se comportan como nosotros deseamos? La palabra educar proviene de dos vocablos latinos: ex (sacar) y ducere (guiar, conducir). Se trataría, entonces, de facilitar activamente la expresión de aquello que está en el interior de esas personas que son nuestros hijos. Como no existen dos personas iguales (no las hubo en toda la historia humana, ni las habrá), más allá de la materia prima común de la que estamos constituidos cada individuo encuentra su riqueza en su singularidad. Cuando ésta aflora, ese ser hace su aporte irremplazable a la totalidad de la que es parte necesaria, irremplazable e imprescindible.

Los padres son los primeros educadores, los esenciales. En primer lugar, porque son los responsables de haber creado al hijo (ya sea biológicamente o por adopción) y también porque son los primeros adultos significativos en la vida de éste. En el inicio el hijo depende de los padres como una planta del agua, como los pulmones del aire, como nuestros ojos de la luz. Los necesitan para ser alimentados, para ser protegidos, para ser reconocidos y registrados, los necesitan para ser amados, requisito primordial de una existencia con sentido. En los padres tendría que prevalecer la conciencia de que su función es respetar la singularidad sagrada de sus hijos antes que imponer sobre ella los propios deseos, las propias expectativas, las propias urgencias y, sobre todo, la propia necesidad de resolver, usando a sus hijos, las cuestiones no concluidas con sus padres. Mis hijos no son culpables de mis asignaturas pendientes (aquellas que mis padres no me permitieron cursar en la vida o que yo no me atreví a llevar adelante). Por lo tanto no honraré a mis hijos si pretendo que ellos sean lo que yo no fui, se trate de lo profesional, lo personal, lo social, lo afectivo o de lo que se tratare. Y tampoco los honro si me propongo perpetuar en ellos mi propia imagen obligándolos (a menudo de manera sutil y aparentemente "amorosa" y "generosa") a que sean, más que mis hijos, mis clones.

¿Cómo hacer, pregunta Martín, para que el hijo sea quien es y no aquel que los padres desean que sea? En los rigurosos, comprometidos y conmovedores trabajos que la convirtieron, a mi juicio, en la más valiente y lúcida abogada de los niños ( Salvar tu vida, Por tu propio bien, El drama del niño dotado y otros), la psicóloga, historiadora y filósofa suiza de origen polaco Alice Miller responde con contundente sencillez a esa inquietud: "Quiero a mis hijos -escribe- cuando soy capaz de respetar sus sentimientos y necesidades auténticas, cuando intento atender esas necesidades en la medida de lo posible. No los quiero cuando no los trato como personas con mis mismos derechos sino como a objetos que tienen que ser corregidos".

La respuesta, al fin, es la empatía. "Todos los niños necesitan respeto, protección, cariño, sinceridad, comprensión", dice Miller. "Todo eso junto se denomina amor". ¿No es lo que necesitamos todos? ¿Cómo requerimos o hubiéramos necesitados recibirlo? ¿Cómo nos habríamos sentido o cómo nos sentiríamos en caso de recibirlo así? Estos interrogantes están en el corazón de la empatía. Guiándose por ella, los padres que respeten a sus hijos (que no los adulen, ni intenten "comprar" su admiración manipulándolos o apropiándose de sus destinos) contribuirán a hacer de éstos personas respetuosas, empáticas, con capacidad de amar. Esos niños habrán sido bien educados, es decir, guiados para sacar de sí lo mejor. Serán libres, porque no estarán obligados a pagar deudas existenciales de sus padres.

Sergio Sinay es psicólogo y escritor argentino.

Publica semanalmente en la edición dominical del diario La Nación de Buenos Aires.


Artículo recomendado por la Lic. Jeanette Paredes, psicóloga del Departamento de Orientación del Colegio Alemán de Santa Cruz

jueves, 19 de agosto de 2010

Los padres debemos afrontar el acoso escolar con calma y determinación

Los casos de bullying o acoso escolar, afloran y cada día nos percatamos que no son recientes ni raros.



Mamá, no hagás nada, va a ser peor



Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. Infelizmente, es una palabra que está de moda debido a los innúmeros casos de persecución y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones verdaderamente aterradoras.


El Bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre calada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hará sentir dolor, angustia, miedo, a tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.

Casos concretos de bullying

En España se estima que un 1,6% de los niños y jóvenes estudiantes sufren por este fenómeno de manera constante y que un 5,7% lo vive esporádicamente. Los datos varían en función de la fuente de la que procedan y del enfoque manejado a la hora de estudiar el fenómeno. Una encuesta del Instituto de la Juventud (INJUVE) eleva el porcentaje de víctimas de violencia física o psicológica habitual a un 3% de los alumnos. Y afirma que un 16% de los niños y jóvenes encuestados reconoce que ha participado en exclusiones de compañeros o en agresiones psicológicas.

El Defensor del Pueblo señala que en 5% de los alumnos reconoce que algún compañero le pega, mientras el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) indica que un 49% de los estudiantes dice ser insultado o criticado en el colegio, y que un 13,4% confiesa haber pegado a sus compañeros.

Libre, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies. Estas fueron algunas de las últimas palabras que dejó escritas Jokin Zeberio, de 14 años, antes de suicidarse, tirándose al vacío con su bicicleta, desde lo alto de la muralla de Hondarribia, España, en septiembre de 2004. Jokin venía sufriendo el acoso de sus colegas desde hacía años. Las continuas amenazas, humillaciones, insultos, golpes, palizas, lo hicieron sufrir y lo llevaron a la muerte. El hecho hizo sonar la alarma social, política y educativa, y ha generado múltiples debates. Pero, lamentablemente, no frenaron el fenómeno.


Causas del acoso escolar


Las causas del bullying pueden residir en los modelos educativos a que son expuestos los niños


En su artículo titulado Bullying: un miedo de muerte, la psicóloga y periodista Henar L. Senovilla, afirma que las causas que pueden hacer aparecer el acoso son incalculables. Tanto como las formas en las que se manifiesta y los perjuicios que ocasiona. En general las causas o factores que lo provocan suelen ser personales, familiares y escolares.

En lo personal, el acosador se ve superior. Bien porque cuenta con el apoyo de otros atacantes, o porque el acosado se trata de alguien con muy poca capacidad de responder a las agresiones. El acosador lo que quiere es ver que el acosado lo está pasando mal.

En la familia

En el terreno familiar, el origen de la violencia en chavales puede residir en la ausencia de un padre o la presencia de un padre violento. Esa situación puede generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes. Además de eso, las tensiones matrimoniales, la situación socioeconómica o la mala organización del hogar, también pueden contribuir para que los niños tengan una conducta agresiva.

En el colegio

El bullying puede darse en cualquier tipo de colegio, público o privado, pero según algunos expertos, cuanto más grande es el centro escolar más riesgo de que haya acoso escolar. Claro que a eso hay que añadir la falta de control físico y de vigilancia. En los pasillos debe haber siempre alguien, profesores o cuidadores, para atender e inspeccionar a los alumnos. Aparte de eso, el tratamiento que se da a los alumnos es muy importante. La falta de respeto, la humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos llevan a un clima de violencia y situaciones de agresión. El colegio no debe limitarse solo a enseñar, pero debe funcionar como generador de comportamientos sociales.

En resumen, las causas del bullying pueden residir en los modelos educativos a que son expuestos los niños, en la ausencia de valores, de límites, de reglas de convivencia; en recibir punición o castigo a través de violencia o intimidación y a aprender a resolver los problemas y las dificultades con la violencia. Cuando un niño está expuesto constantemente a esas situaciones, acaba por registrar automáticamente todo en su memoria, pasando a exteriorizarlo cuando vea oportuno. Para el niño que practica el bullying, la violencia es apenas un instrumento de intimidación. Para él, su actuación es correcta y por lo tanto, no se auto condena, lo que no quiere decir que no sufra por ello.


El agresor y la víctima del acoso escolar


Tanto el agresor como el acosado sufren. Por lo tanto, necesitan ser escuchados, atendidos y tratados


Según José Maria Avilés, psicólogo, experto y estudioso en el tema de acoso escolar, asegura que el 6% del alumnado es víctima de este fenómeno. Pero advierte que es preciso tratar el bullying con prudencia y no ver fantasmas donde no los hay. El acoso escolar no es un problema nuevo ni aislado, y lo que primero que hay que hacer en estos casos es identificar la víctima y el agresor. Y tener la consciencia de que ambos sufren, y por lo tanto, necesitan ser atendidos y tratados.

Dónde y cómo ocurre el acoso

A diferencia del mobbing o acoso laboral, el acoso escolar ocurre en las escuelas. Como se trata, en su mayoría, de un acoso invisible para los adultos, los profesores difícilmente tendrán conocimiento de lo que está sucediendo. El agresor acosa a la víctima en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio, reservando sus acciones durante la ausencia de mayores. En algunos casos, el acoso sobrepasa las paredes del colegio, pasando a ser telefónico e incluso por correo electrónico.

El bullying puede ser sexual, cuando existe un asedio, inducción, y abuso sexual; puede tratarse de una exclusión social cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro; puede ser psicológica, cuando existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y amenazas al otro; y puede ser física, cuando se golpea, empuja, se organiza una paliza al acosado.

El autor del bullying

Normalmente, el agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación permanente. Posee un modelo agresivo en la resolución de conflictos, presenta dificultad de ponerse en el lugar del otro, vive una relación familiar poco afectiva, y tiene muy poca empatía.
Según los expertos criminalistas y psicólogos, un niño puede ser autor de bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños, si sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en casa, en la escuela o en la familia, cuando es frecuentemente humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. Los agresores ejercen su acción contra su víctima de diversas formas: les golpean, les molestan, provocan, acosan con empujones y golpes, les nombran de una forma desagradable o despectiva, les generan rumores, mentiras o bulos, les aíslan del grupo, les ofenden y les anulan.

La víctima del bullying

Habitualmente, son niños que no disponen de recursos o habilidades para reaccionar, son poco sociables, sensibles y frágiles, son los esclavos del grupo, y no saben revidar por vergüenza o por conformismo, siendo muy perjudicados por la amenazas y agresiones.


Papel de los padres frente al acoso escolar


Qué pueden hacer los padres cuando su hijo es el acosador o el acosado en la escuela


La intervención de los padres, tanto del acosado como del acosador, frente a la ocurrencia de este fenómeno es fundamentalmente necesaria. Siga algunos consejos de cómo deben actuar los padres:

Cuando tu hijo es la víctima

En el caso de que los padres sospechen de que su hijo es un acosado o víctima de bullying, no le diga que se ocupe de solucionar sus propios problemas. Es sumamente positivo que establezcas un canal de comunicación y de confianza con tu hijo para que él se sienta cómodo en hablar contigo acerca de todo lo bueno y lo malo que esté viviendo. Si tu hijo es una víctima, hable con él, y se comprometa a ayudarlo a resolver este problema. Dígale que él no es el culpable de esta situación. No le haga sentirse culpable ni lo abandone. Intente siempre algo más.

Junto a su hijo, hable del tema. Hágale sentir arropado, sin estimular la dependencia. Implique a tanta gente como sea posible y siga esos consejos:
1- Investigue en detalle lo que está ocurriendo. Escuche a tu hijo y no lo interrumpa. Deje que desahogue su dolor.
2- Póngase en contacto con el profesor de tu hijo, con la dirección del colegio y con el jefe de estudios para alertarlos acerca de lo que ocurre, y pida su cooperación en la investigación y en la resolución de los hechos.
3- No estimule a tu hijo a que sea agresivo o tome venganza. Empeoraría más la situación.
4- Discuta alternativas asertivas para responder a los acosadores y practique respuestas con tu hijo.
5- En el caso de que el acoso continúe, prepárate para ponerse en contacto con un abogado.
6- Dependiendo del grado de ansiedad y de miedo que esté envuelto tu hijo, búscale un psicólogo para ayudarle a que supere este trauma. Pero jamás te olvides que la mejor ayuda, en esos casos, es la de la familia.
7- Mantenga la calma y no demuestre toda tu preocupación. Demuestre determinación y positivismo.

Cuando tu hijo es el acosador

Es muy difícil para muchos padres el reconocer algo negativo en la conducta de sus hijos, por eso es muy importante, cuando se detecta el caso, que ellos trabajen directamente con la escuela para resolver este problema, de una forma inmediata, ya que normalmente el problema de una mala conducta suele crecer como una bola de nieve. Lo que jamás deben hacer los padres del acosador es usar la violencia para reparar el problema. Pueden ser acusados de malos tratos hacia su hijo.

Mejor seguir algunos consejos:
1- Investiga el porqué tu hijo es un acosador.
2- Hable con los profesores, pídales ayuda, y escuche todas las críticas sobre tu hijo.
3- Acércate más a los amigos de tu hijo y observa qué actividades realizan.
4- Establezcas un canal de comunicación y confianza con tu hijo. Los niños necesitan sentir que sus padres los escuchan.
5- Vigílate para que no culpes a los demás por la mala conducta de tu hijo.
6- Colabora con el colegio dando seguimiento al caso y registrando las mejoras.
7- Canaliza la conducta agresiva de tu hijo hacia algún deporte de competición, por ejemplo.
8- Señala a tu hijo que la conducta de acoso no es permitida por la familia.
9- Déjale claro lo que ocurrirá si el acoso continúa.
10- Enséñale a practicar buenas conductas.
11- No ignore la situación. Mantenga la calma y procure saber como ayudar a tu hijo.
12- Ayuda a tu hijo a que manifieste sus insatisfacciones y frustraciones sin agresión.
13- Demuestre a tu hijo que lo sigue amando tanto o más que antes. Pero que desaprueba su comportamiento.
14- Anímale a que reconozca su error y que pida perdón a la víctima. Elogie sus buenas acciones.


Consecuencias del acoso escolar


Las consecuencias del bullying son incalculables para la víctima y para el agresor


El bullying no entiende de distinciones sociales o de sexo. A pesar de la creencia extendida de que los centros escolares situados en zonas menos favorecidas son por definición más conflictivos, lo cierto es que el bullying hace su presencia en casi cualquier contexto. Respecto al sexo, tampoco se aprecian diferencias, al menos en lo que respecta a las víctimas, puesto que en el perfil del agresor sí se apreciapredominancia de los varones.

Para la víctima

Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima de acoso escolar, las consecuencias se hace notar con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas, etc. También se suman a eso, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo cual puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución.

Se puede detectar a una víctima de acoso escolar por presentar un constante aspecto contrariado, triste, deprimido o aflicto, por faltar frecuentemente y tener miedo a las clases, o por tener un bajo rendimiento escolar. Aparte de eso también atinge al plano físico presentando dificultad para conciliar el sueño, dolores en el estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, llanto constante, etc. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los niños que presenten este cuadro estén sufriendo por un acoso escolar. Antes de dar un diagnóstico al problema, es necesario que antes se investigue y se observe más al niño.

Para el agresor

En cuanto a los efectos del bullying sobre los propios agresores, algunos estudios indican que los ejecutores pueden encontrarse en la antesala de las conductas delictivas. También el resto de espectadores, la masa silenciosa de compañeros que, de un modo u otro, se sienten amedrentados por la violencia de la que son testigos, se siente afectado, pudiendo provocar cierta sensación de que ningún esfuerzo vale la pena en la construcción de relaciones positivas. Para el agresor, el bullying le dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de forma autoritaria y violenta, llegando en muchos casos a convertirse en un delincuente o criminal. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva e intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la fuerza y la amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del compañero sin su consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad exagerada.


Prevención y control del acoso escolar


Tanto la familia como la escuela pueden establecer reglas para evitar el acoso escolar


¿Se puede proteger a tu hijo a que no se convierta en un acosador ni en un acosado? Pues claro que sí. Por lo menos existen algunas pautas que pueden ayudar tanto a la familia como a los educadores y a la sociedad de un modo general, a prevenir este fenómeno. Luchar contra el bullying es una responsabilidad de todos. Cada parte implicada debe cumplir su papel:

La familia

Educar es una tarea muy difícil ya que los padres ni las madres son expertos en pedagogía o han nacido ya preparados para educar a sus hijos. Pero la familia se construye y su estado es considerado esencial para la socialización de los niños, a través de la transmisión de valores, normas, comportamientos, etc. La familia es la que tiene que establecer lo que es reprobable y lo que es aceptable, en casa y en la relaciones sociales. Según los expertos en acoso escolar, la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van, una disciplina demasiado dura, la falta de comunicación y la ocurrencia de tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a que los hijos adquieran conductas agresivas.

Qué puede hacer la familia

Existen cursos y reuniones de escuela de padres y madres que pueden orientar a los progenitores acerca de lo que puede hacer para mantener alejados a sus hijos del bullying. Se basan, normalmente, en reglas básicas como:
1- preocuparse por sus hijos, hablando con ellos. Crean un canal de diálogo con ellos. Eviten los monólogos. Se aprende y se conoce mejor los hijos oyéndoles.
2- Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar, fobia escolar, etc.
3- Controlar y supervisar las conductas de sus hijos, observando qué hace, a dónde va, con quién juega, cuáles son sus intereses, proyectos, etc.
4- Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.
5- Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás, para convivir con otros.
6- observar los comportamientos, estados de ánimo, y los cambios en los hábitos de los niños.

La escuela

El tipo de disciplina que haya en el aula y en el centro es de fundamental importancia en la construcción de una buena conducta. La constante supervisión en las aulas y en el patio, así como en el comedor, también cuenta a la hora de detectar si está o no ocurriendo algún acoso escolar. Profesores y cuidadores deben estar presentes, siempre.

Qué deben hacer las escuelas

En un principio, no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para evitar el bullying, mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En complicidad con el centro escolar, los profesores deben colaborar en la identificación de algún caso, o simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión.

Qué pueden hacer las instituciones y los medios de comunicación

Crear y mantener un teléfono público para los niños es una forma de abrir una puerta a sus posibles conflictos. Las campañas anuales de sensibilización también pueden funcionar para prevenir el acoso escolar. En cuanto a los medios de comunicación sería interesante y muy viable que controlasen más los contenidos que emiten o publican.
La sociedad en general debe prevenir y atajar posibles brotes de acoso. Es necesario estar atento y no dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se trata de una broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro niño, se debe intervenir para que eso no se repita. Cuando en el patio del colegio alguien se burla del aspecto de otra persona, hay que reprenderle. Lo malo se corta por la raíz.


http://www.guiainfantil.com/educacion/escuela/acosoescolar